Ordenador roto a causa de un horrendo power point

Muerte por PowerPoint: Qué es y cómo evitarla

PowerPoint es sinónimo de exposición en público. Por desgracia, el mal uso de las diapositivas se ha extendido. Es común ver presentaciones atiborradas de texto, difíciles de seguir y que terminan por aburrir a la audiencia.

¿Qué causa la muerte por PowerPoint?¿Cómo se puede evitar? Saca el máximo partido a tus presentaciones usando las diapositivas a tu favor.

Qué es la muerte por PowerPoint: Definición y origen

“Muerte por PowerPoint” hace referencia a los discursos basados en proyectar diapositiva tras diapositiva saturada de información que acaban aburriendo al público y haciéndolo desconectar.

Aunque esta expresión alude al software PowerPoint, esta práctica se atribuye a cualquier herramienta de creación de diapositivas, como podría ser Keynote o Prezi.

La expresión death by PowerPoint la creó Ángela Garber en 2001. La muerte por PowerPoint es un mal criticado por especialistas de diversas áreas como el marketing, la comunicación o el ámbito empresarial. Myers (2000) afirma que el aspecto visual tiene un rol protagonista en las presentaciones desde hace años y ha terminado desplazando al orador.

Atiborrar de información nuestras diapositivas es una práctica tan habitual que la aceptamos como el estándar. Por eso caemos instintivamente en saturar de texto nuestro PowerPoint convirtiendo el discurso en una lectura en voz alta.

Sin embargo, las diapositivas son un puente entre el discurso oral y el escrito (Rowley Jolivet, 2012). Por tanto, al exponer es necesario recuperar nuestro papel protagonista y utilizar las diapositivas como un apoyo a nuestro discurso.

Evitar la muerte por PowerPoint al hablar en público

Es la hora. Tenemos que preparar un discurso. ¿Qué hacemos? Redactamos nuestro discurso directamente en las diapositivas (¡error!). Esto es cómodo, rápido, y también la mejor forma de matar a nuestra audiencia.

De hecho entre el 60% y 70% de las diapositivas usadas en ciencias sociales se limitan a poner texto (Cavalieri, 2021; López-Navarrete, 2024). Para ser justos en ciencias técnicas se usa menos texto, en favor de tablas y gráficos (Cavalieri, 2021; Rowley-Jolivet, 2002). Aunque no nos confundamos, una diapo saturada de números tampoco evita la muerte por PowerPoint.

No tiene sentido “redactar un libro” para nuestra presentación. Por contra, el objetivo es simplificar al máximo la información de las diapositivas, de tal forma que supongan una guía para seguir la presentación, pero nunca un teleprónter.

La presentación debe ayudar a seguir el hilo, pero en ningún caso contener toda la exposición. Si el público se enfoca en leer las diapositivas no nos escuchará.

-Con esto concluye mi presentación de 2 horas. ¿Preguntas?
-¿Intentabas que tu presentación fuera incomprensible.
O tienes una extraña incapacidad con PowerPoint?
-¿Alguna pregunta sobre el contenido?
-¿Había contenido?

La buena noticia es que aplicando un par de normas, se puede evitar la muerte por PowerPoint.

Evita sobrecargar de información las diapositivas

Las diapositivas no son libros (ni aspiran a serlo). Por tanto el primer paso es entender el formato de las presentaciones en público.

Ayuda a la audiencia a seguir tu discurso, hazlo fácil.

Nadie espera que en la pantalla se proyecte todo lo que estás diciendo. Tú eres el emisor, no las diapos. Llenar de información la pantalla dificulta al público el seguimiento y comprensión de tu discurso.

¿Qué sucede si usamos un tamaño 12 para nuestra fuente? ¡No se verá la letra! Como miope, agradezco que me lo pongan fácil para leer la pantalla, incluso si me siento en última fila.

Expón tu discurso en lugar de leer

Seguro que te has encontrado con presentaciones que en realidad son lecturas. El emisor se dedica a reproducir literalmente el mismo texto que todos podemos ver en la pantalla.

¿El resultado? La desconexión total del público, que es capaz de leer más rápido y se encuentra con que el orador no aporta nada nuevo al contenido.

Frente a esto, siempre será mejor exponer con naturalidad nuestro discurso, dando frescura y evitando el paralelismo entre la información escrita y oral. Esto, además, reforzará la autoridad que proyectas ante el auditorio.

Una idea por diapositiva

Demos un beso [kiss] a nuestra audiencia: KISS – Keep It Simple Stupid!– [Mantenlo sencillo, estúpido].

Este término nos recuerda la importancia de diseñar diapositivas ligeras para centrar la atención en el elemento clave.

Una buena idea para no olvidarse de este principio es la regla del 1-6-6. Esto es, una idea por diapositiva, máximo 6 líneas por slide y máximo 6 palabras por línea.

Siendo sincero, intentaría dejarlo todavía menos información en pantalla. Como un compañero diseñador me dijo, «tenemos miedo al vacío». Pero el vacío es bueno. Dejemos espacio en blanco en pantalla, dejemos respirar al texto, a las imágenes, a nuestra ideas.

No abuses de los bullet points

Si has llegado hasta aquí ya te habrá quedado claro que no debes copiar y pegar un párrafo enorme en tu diapositiva. Ahora afinemos un poco más.

Mientras una enumeración puntual (una sangría) en tu discurso puede servir para aclarar o simplificar ideas, abusar de estos bullet points puede ser otra forma de matar a tu audiencia.

En su lugar, recuerda el principio de 1 idea – 1 diapositiva.

También puedes dar mayor protagonismo al aspecto visual: más imágenes memorables y menos negro sobre blanco. En general cualquier recurso que cambie el ritmo de la presentación puede servir. Algunas ideas son citas, preguntas al público o recursos multimedia.

Cuidado con las animaciones y efectos

Aún recuerdo la primera presentación que hice con PowerPoint. En el instituto fui capaz de juntar 10 diapositivas con sus 10 transiciones diferentes. Títulos que entraban por el lateral, contenido que se desvanecía, cascadas de palabras que se ordenaban en pantalla…

Como primera trabajo con PPT está bien. Pero de ahí no debe pasar. Saturar las transiciones entre diapositivas con animaciones acaba entorpeciendo el ritmo.

Mientras un efecto puntual y medido puede funcionar, lo recomendable es no abusar de ellos.

Apaga el proyector

La pantalla atrapa. Prueba a sentar a la familia alrededor de la mesa. Enciende la tele. ¿Resultado? Nuestra vista acaba fija en la pantalla que busca por todos los medios captar nuestra atención.

Cuando estamos hablando en público, la pantalla siempre nos robará el protagonismo. Por tanto, usemos esto a nuestro favor apagando el proyector.

Funde la pantalla a negro y centra la atención en tu persona y tus palabras. Puedes hacer esto insertando diapositivas en negro (o en blanco) o también usando varios atajos de teclado.

Prueba a pulsar «.» en mitad de una presentación. ¿Te sorprende el resultado?

Es posible que esto no termine de convencerte, así que te daré una última razón. Aquí tienes un mando típico de presentaciones. Solo tiene 4 botones:

  • Avanzar y retroceder diapositivas
  • Iniciar presentación
  • Y efectivamente, apagar la pantalla
  • Ver los otros botones…

Apagar y encender la pantalla se considera tan importante que es de las pocas opciones que se incluye en el mando. Así que atrévete a usarlo en tus intervenciones.

Recupera el protagonismo de la presentación

Con la llegada de programas de presentación nos acostumbramos a que exposición es sinónimo de diapositivas pero ¿realmente son necesarias?

Hace 2.000 años los romanos daban extensos discursos en el senado, ¡sin PowerPoint! Nos hemos acostumbrado a  leer nuestras diapositivas. Sin embargo, antiguamente se practicaba la memoria. Ni más ni menos que dedicar un tiempo a estudiar e interiorizar nuestro discurso.

Así que pongámonos nuestras mejores togas y ensayemos. La práctica nos dará confianza y no necesitaremos leer palabra por palabra.

Ojo, esto no significa que no llevemos un respaldo audiovisual si lo consideramos necesario. Lo importante es no depender única y exclusivamente de las diapositivas para sacar adelante nuestra exposición.

Tu eres el protagonista de la conferencia. Las diapositivas son tu respaldo. Esto no quita que PowerPoint puede ser útil para:

  • Que la audiencia vea los puntos clave de vuestra exposición.
  • Como apoyo a la memoria del emisor.
  • Captar la atención y variar el ritmo.

El audiovisual nos da formas de diferenciar cada diapositiva con imágenes, vídeos, audio, humor  y un largo etc. Estos cambios de ritmo aportan oxígeno al público, muy útil cuando afrontamos presentaciones más extensas.

Ideas para crear una buena presentación

Tras todo lo visto aquí tienes varias opciones para crear una buena presentación.

  1. En lugar de poner el texto de forma literal, puedes asociar cada mensaje a una idea. Así facilitaremos que nuestras palabras permanezcan en la memoria. Hay muchas formas de asociar una idea al concepto que tratamos, experimenta y encuentra las que mejor te resulten.
  2. Ten en cuenta la regla 1-6-6 y el principio KISS. Evita el texto superfluo y aporta 1 idea por cada diapositiva.
  3. Una buena opción para la asociación de ideas es a través de una historia. Con el storytelling puedes emocionar a tu audiencia mientras ayudas a que recuerden tu contenido.
  4. Utiliza todos los recursos: texto, imágenes, vídeo, audio. Incluso puedes apagar la pantalla para conseguir cambios de ritmo.

Bibliografía

Cavalieri, S. (2021). Pointing in Science: An Analysis of Body and Linguistic Deixis in Nobel Lectures with PowerPoint Slides. Iperstoria, Spring/Sum(17), 204-221. https://doi.org/10.13136/2281-4582/2021.i17.1010

López-Navarrete, A. (2024). ¿Cómo se comunica la investigación a través de la pantalla? Análisis del discurso multimodal en las comunicaciones en congresos digitales en el área de comunicación [Tesis doctoral]. Universitat Politécnica de València. http://hdl.handle.net/10251/202718

Myers, G. (2000). Powerpoints: Technology, lectures, and changing genres. In A. Trosberg (Ed.), Analysing Professional Genres (pp. 177–92). John Benjamins.

Rowley-Jolivet, E. (2002). Visual discourse in scientific conference papers: A genre-based study. English for Specific Purposes, 21(1), 19-40. https://doi.org/10.1016/S0889-4906(00)00024-7

Rowley-Jolivet, E. (2012). Oralising text slides in scientific conference presentations: a multimodal corpus analysis. In A. Boulton, S. Carter-Thomas & E. Rowley-Jolivet (Eds.), Corpus-Informed research and learning in ESP (pp. 137-165). John Benjamins. http://dx. doi.org/10.1075/scl.52.


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