Pasos para mejorar al hablar en público por niveles

Mejora tu comunicación: pasos para dominar el arte de hablar en público

Hablar en público es una técnica y como tal se puede aprender y mejorar. Con una combinación de habilidades y práctica, puedes convertir tus exposiciones en algo único. Disfruta en el escenario y haz que tu audiencia quede cautivada.

Te propongo 4 pasos para aprender a hablar en público desde cero. Empezando por los errores más típicos hasta encontrar tu estilo personal:

  1. Errores a evitar.
  2. Técnicas que aprender.
  3. Ponte objetivos y practica para mejorar.
  4. Encuentra tu estilo personal.

Y aunque este camino lo tenemos que recorrer personalmente. Nunca debemos olvidar lo más obvio: hablamos para otros. Por encima de todo, están las personas.

Nuestro objetivo es comunicar un mensaje y que el público lo retenga y atesore en el tiempo.

El camino para mejorar tu discurso: la pirámide de la comunicación

Te propongo la siguiente pirámide de la comunicación. Como ves, hay diferentes pasos a recorrer.

Lo bueno es que no tienes que esperar a dominar un escalón para ascender al siguiente. Conforme avances, pon en práctica los nuevos conocimientos. A hablar se aprende hablando. Así que aprovecha cualquier oportunidad.

Pirámide de la comunicación para mejorar al hablar en público

Una vez tengas una base con la que trabajar, ponte manos a la obra. A través de objetivos concretos irás añadiendo a tu arsenal de comunicación diversas herramientas.

Evitar los errores más comunes

No sabemos hablar en público. A la mayoría no nos han enseñado. Y eso hace que actuemos por imitación. En la práctica esto significa que copiamos y arrastramos errores al exponer en público que hemos visto a lo largo de nuestra vida.

Estos errores generan ruido en nuestra comunicación. Hacen difícil que captemos la atención. La parte positiva es que con pequeños cambios podrás diferenciarte de la mayoría de discursos.

La próxima vez que hables en público recuerda:

  • Prepara tu discurso con tiempo.
  • Estructura tu discurso incluyendo una introducción con gancho y un final impactante.
  • Evita saturar tus diapositivas de texto.
  • Ensaya tu discurso y asegúrate que no sobrepasa el tiempo límite.
  • Evita que tu cuerpo mande señales de nerviosismo.

Hemos quitado el ruido eliminando los errores típicos del discurso. Ahora toca afinar los diferentes instrumentos.

Aprende técnicas de comunicación eficaz

Necesitamos una base sólida sobre la que construir nuestro discurso. Existen muchas técnicas destinadas a mejorar el proceso de comunicación, conectar con la audiencia y posicionarte como una autoridad en tu materia. Veamos cómo adquirirlas.

Libros: los pilares del conocimiento

Tienes a tu disposición una amplia variedad de publicaciones para mejorar tu comunicación. Si lo que buscas es un primer contacto, un clásico es “Cómo hablar bien en público” de Dale Carnegie. Esta obra dedica un capítulo a cada aspecto importante de la oratoria.

¿Quieres conocer los secretos clásicos de la retórica? No hace falta que leas a Aristóteles. Me hablas a mi de Sam Leith ofrece una visión actual de las técnicas clásicas para la creación del discurso.

Cursos de formación para hablar en público

Los cursos de formación son una excelente forma de adquirir el conocimiento estructurado. En poco tiempo te darán una visión general de las prioridades al hablar en público. Pero hay más.

Los cursos ofrecen oportunidades para practicar y recibir retroalimentación constructiva. En mis cursos en la universidad siempre digo lo mismo: estamos en un entorno seguro para aprender y equivocarnos.

Así que aprovecha al máximo estas experiencias para pulir tus habilidades y ganar confianza en el escenario.

Algunas formas de formarte con cursos son:

  • Busca en tu universidad o centro educativo. El sector educativo está tomando conciencia de la importancia de la oratoria y cada vez ofrecen más cursos.
  • Formación en empresa. No esperes a que te manden dar un discurso en tu empresa para preguntarte cómo comunicar bien. Trabaja tu comunicación, se servirá bien.
  • ¿Quieres practicar todas las semanas? Busca tu club de oratoria Toastmasters más cercano. Yo llevo años como miembro del club de Valencia y te permite practicar mientras conoces gente de diferentes países.

Aprende de los maestros: escucha a otros

Escucha a otros y analiza qué técnicas utilizan. Estudia su lenguaje corporal, tono de voz, y técnicas de presentación. ¿Qué los hace efectivos? ¿Cómo mantienen la atención del público?

Identifica los elementos que más te inspiran y trata de incorporarlos en tu propio estilo de hablar en público. Eso sí, hazlos manteniendo tu personalidad. Somos únicos comunicando y copiar a otros te quitará frescura.

Hoy en día Youtube nos lo pone fácil. Y organizaciones como TED Talks ofrece un catálogo enorme para inspirarte.

TED Talk: Inside the mind of a master procrastinator – Tim Urban

Otra opción menos conocida (pero muy recomendable) es escuchar los campeones de oratoria mundial de Toastmsters International. Cada año tendrás diferentes ejemplos de discursos muy potentes y concisos.

Usa el buscador de tu ordenador o móvil

Explora contenido online. Estás leyendo esto. ¿Qué más puedo añadir? Internet ofrece una fuente enorme de conocimiento. Así que siéntete libre de seguir explorando y aprender nuevas técnicas.

Practica: coge rodaje y ponte retos

Practica en cada ocasión. Cada ocasión para hablar en público es una oportunidad para mejorar. Acepta desafíos que te saquen de tu zona de confort y te obliguen a desarrollar nuevas habilidades.

Conforme aprendas nuevas técnicas querrás ponerlas en práctica. ¡No corras! Define metas concretas para cada discurso y analiza tu performance. De esta forma serás capaz de interiorizar cada nuevo recurso de tu arsenal.

Algunos objetivos para tu siguiente discurso pueden ser:

  • No leer la pantalla ni tus notas.
  • Reducir tus muletillas.
  • Mirar a tu audiencia a los ojos.
  • Usar una introducción y un cierre circular.

Esto son solo ejemplos. Define tus prioridades y ponte a trabajar en ellas.

Una gran opción es pedir retroalimentación tras un discurso. ¿Con qué se ha quedado la audiencia? ¿Qué podrías haber mejorado?

También puedes grabarte. Más tarde, con calma, puedes revisar a ver cómo ha ido (pero no seas muy duro contigo mismo).

Este proceso nunca acaba y resulta el más gratificante. Conforme aprendas nuevas técnicas ponlas en práctica.

Encuentra tu estilo personal

Las primeras veces que hables en público estarás en tensión, pensando en tu contenido, tu cuerpo y tus nervios.

Pero una vez te empieces a sentir cómodo en el escenario, es hora de priorizar aquellas características de tu comunicación que te hacen único.

No son los defectos los que anulan un discurso. Es la falta de virtudes

Y aquí no hay un método infalible. Eres tú , a través de la experiencia, quién pulirá esas habilidades personales.

Hay quién prefiere usar el humor, otras personas encandilan con historias, o quién con su voz firme y pausada hipnotiza a su público.

No intentes imitar a otros oradores (inspírate en ellos, pero no los copies). La autenticidad es el ingrediente clave para conectar con tu audiencia.

Hablamos para que nos escuchen: el público siempre va primero

Vale, vale. Te había dicho 4 pasos. Pero es que la audiencia es tan importante que no puedo evitar mencionarla aquí.

Da igual lo mucho que te prepares. La perfección de tu estructura. La belleza de tus movimientos… debes conocer a tu audiencia y brindarle un contenido útil.

Antes de cada discurso investiga un poco preguntándote cosas como:

  • ¿Qué edad tiene tu público?
  • ¿Saben de la materia?
  • ¿Qué esperan de tu discurso?

Reflexiona antes de cualquier discurso para perfilar tu exposición.

Mejora tu comunicación al exponer

Como ves, aprender a hablar en público no es cosa de un día. Es necesario ponerse metas alcanzables y avanzar poco a poco. Mientras tus primeros esfuerzos se deben centrar en adquirir una base teórica. En seguida debes poner en práctica cada nueva técnica.

En ocasiones notarás rápidos avances. Otras veces te sentirás en una meseta. Pero lo importante es no perder nunca las ganas de aprender y mejorar.


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